¿Cómo reducir los efectos adversos de la vacuna del COVID-19?

Los posibles efectos adversos de una vacuna pueden variar en función de diferentes características, como la edad y el género, así como de rasgos más personales, como los genes o los antecedentes de infección. En general, las molestias de la vacuna pueden durar hasta 48 horas, según los profesionales médicos. Esto suele indicar que la vacuna está funcionando como se pretende.

Las molestias en el lugar de la inyección, el agotamiento y los dolores de cabeza son los efectos adversos más frecuentes. Tras la segunda dosis de una vacuna Pfizer o Moderna, los vacunados suelen sentirse más somnolientos.

Los médicos creen que existen métodos para disminuir los síntomas; por lo tanto, proporcionan los siguientes consejos para minimizar los efectos adversos de la vacuna COVID-19:

Evitar el uso de analgésicos

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), no deben utilizarse analgésicos después de la vacunación. Esto se debe a que fármacos como el paracetamol, el ibuprofeno y el naproxeno podrían reducir la respuesta inmunológica.

Algunos médicos afirman que el paracetamol es el analgésico con menos probabilidades de perjudicar la respuesta inmunológica en caso de tener que tomar uno después de recibir la vacuna.

Tratamientos para el adormecimientos de los brazos

La reacción adversa más frecuente es el malestar en el lugar de la inyección, debido a que el flujo sanguíneo aumenta y las células inmunitarias acuden a la zona donde se inyecta la vacuna en el brazo. 

Los CDC aconsejan utilizar un paño fresco y frío en el lugar de la inyección para aliviar el dolor. La Dra. Lipi Roy, médica de medicina interna de la ciudad de Nueva York, aconsejó a través de Twitter que una bolsa de hielo también funciona para aliviar el malestar.

Además, los expertos sugieren mover el brazo vacunado para favorecer el flujo sanguíneo. Sin embargo, subraya que hay que evitar masajear el lugar de la inyección con la palma de la mano, ya que esto podría incrementar las molestias y la hinchazón.

Los baños calientes pueden aliviar los dolores musculares

Otro efecto adverso típico de la vacuna COVID-19 es el dolor muscular. Este síntoma lo han experimentado casi el 60% de los participantes en el ensayo clínico de Moderna, el 38% de los participantes de Pfizer y un tercio de los participantes de Johnson & Johnson. Asimismo, más del 34% de las personas lo padecen tras ponerse la primera dosis de AstraZeneca.

Varios profesionales de la medicina aconsejan tomar una agradable ducha caliente. Todo el mundo puede dársela y la mayoría de la gente dice sentirse mejor después.

Hacer un poco de ejercicio

Siempre que se sienta con fuerzas, hacer ejercicio después de la inyección no es una mala idea. Sin embargo, los especialistas recomiendan no superar el nivel de ejercicio habitual. Varios expertos hacen hincapié en la necesidad de prestar atención a su cuerpo, incluso si está acostumbrado a hacer mucha actividad física.